¿Se puede enseñar a reír?

Numerosos estudios científicos han demostrado que la risa, la carcajada, aporta múltiples beneficios para la salud. El psicólogo español Francesc Abella, ha resumido en una de sus investigaciones algunos beneficios de la risa:

"-Cinco minutos de buena risa, a carcajadas, equivalen a cuarenta y cinco minutos de ejercicio físico.

-Las auténticas risas (explosivas) movilizan a cuatrocientos músculos de todo el cuerpo.

-Las personas que se ríen poco o tienen escaso sentido del humor, son más propensas a sufrir enfermedades.

-La risa posibilita la liberación de endorfinas: neurotransmisores relacionados con los estados de bienestar, placer y anestesia del dolor.

-Generación de estados de ánimo diferentes y que influyen en la relación con uno mismo y con los demás.

-Potenciación de la creatividad y la facilitación del enfrentamiento ante las frustraciones."

Pero...¿podemos enseñar a reír a los más pequeños?.

Desde los primeros meses de vida, la aparición de la sonrisa constituye la primera respuesta afectiva por parte del niño y de la niña, siendo uno de los indicadores más claros de la interacción social entre los más pequeños y los adultos. De ahí la importancia de cultivar esta emoción en la infancia, para asegurar que lo sigan haciendo en la adolescencia y de adultos, ya que como señala Abella "Desde que nacemos hasta los seis años, nos reímos 300 veces al día. De adulto se pierde la capacidad de reír, pues la frecuencia diaria baja a cien o menos"

Existen numerosas actividades que podemos realizar con los más pequeños para aprovechar los beneficios de la risa: talleres de risoterapia, guerras de cosquillas, visionado de películas de humor, dramatización de personajes, jugar con las exageraciones, chistes,  lectura de cuentos...

En relación a la lectura de cuentos, existe una gran variedad de cuentos para "partirse de risa" y crear momentos especiales de  distensión, alegría y felicidad con los más peques, al mismo tiempo que favorecemos la comunicación, la adquisición de vocabulario, la formación en valores, y el desarrollo de su imaginación y su creatividad. 

Para finalizar este post, os dejo una recopilación de los cuentos infantiles que más me han gustado para hacer reír a los más pequeños de la casa.

EL POLLO PEPE

VÍCTOR PEDETE

¿QUIÉN HA VISTO MI ORINAL?

EL TOPO QUE QUERÍA SABER QUIÉN SE HABÍA HECHO AQUELLO EN SU CABEZA