Después de plantear varias preguntas a los niños y niñas, para descubrir los conocimientos previos que poseían acerca del nuevo cuantificador de medida, me di cuenta de que lo desconocían, tanto su significado como su utilidad. Así que decidí llevarlo a la práctica a través de la exploración y la manipulación de objetos que son cercanos y conocidos para los alumnos.
Para despertar su curiosidad, comencé enseñándoles el par de calcetines que llevaba puesto y menuda sorpresa que se llevaron. Con las prisas la maestra se había confundido con su par de calcetines, y llevaba un calcetín de cada color. Os puedo asegurar que no estaba preparado, son cosas que tiene la improvisación. Desde ese día compruebo mi par de calcetines todas las mañanas antes de salir de casa :).
Después de las risas provocadas por mi descuido, era la hora de descubrir si alguien más se había equivocado con su par de calcetines.
La verdad es que todos los pares estaban correctísimos: calcetines, medias, leotardos...aunque tenía trampa, ya que para mi sorpresa me dijeron que no se vestían solos y solas, que mamá les escogía la ropa y los vestía.
Entre todos conversamos sobre lo importante que es vestirnos y desvestirnos solos, subir las cremalleras, abrocharse los botones, cerrar automáticos, distinguir el derecho del revés, elegir la ropa que nos gusta (sin ir disfrazados), son habilidades y destrezas que nos ayudarán a ser cada día más autónomos y a ganar seguridad y confianza en nosotros mismos.
Después de enseñar nuestro par de calcetines, tocaba el turno de elegir nuestro par de zapatos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario